Hay un
dicho muy común “La familia que juega unida permanece unida”
esta frase muy bien pudo inspirarse en las relaciones que unen a un
perro con su propietario. El juego está en la base de una relación
sana entre ambos. Jugar juntos puede incrementar el entendimiento y
el respeto entre ambos, y ayuda a mantener a los perros bajo control.
A pesar
de ello, pocos propietarios sacan verdadero partido el juego. De
hecho, ni siquiera enseñan a sus perros a jugar como es debido:
divirtiéndose mucho, pero siempre bajo control. Algunos piensan que
jugar con el perro
significa ponerse a cuatro patas y revolcarse con él; seguramente
ambos disfrutarán mucho, pero para el perro tal vez no sea
precisamente educativa esta actitud.
Los
perros utilizan el juego para practicar las normas sociales que rigen
en la vida real. Revolcarse con ellos puede ser sumamente divertido,
pero les enseña a saltar sobre la gente que está tendida en el
suelo. Imagine qué pasaría si un niño se cayese de un columpio y
su perro se lanzase al instante sobre él. No hay que permitir que
aprendan jugando conductas que serían malinterpretadas aen otro
contexto o cuando usted no esté presente para controlar al perro.
Los
Problemas con los Juguetes
Utilizar
juguetes es una excelente forma de divertirse jugando, pero
manteniendo al perro al mismo tiempo bajo control. No obstante,
algunos propietarios tiene problemas para utilizarlos por dos motivos
muy diferentes entre sí:que su perro no se interesa en absoluto por
ellos o que se interesa tanto que, sencillamente no se lo devuelve.
Los
juguetes pueden no interesar a un perro debido a su raza o debido a
experiencias del pasado. Los chihuahuas, por ejemplo, carecen del
instinto que hace a otros perros perseguir los objetos lanzados por
su propietario y traérselos de vuelta.
Por otra
parte, hasta un cobrador nato como el Labrador Retriever puede
rechazarlos si las malas experiencias le han enseñado a asociarlos
con dolor físico o reprimendas.
La
obsesión por los juguetes es un problema mucho más frecuente.
Ocurre a menudo cuando un perro ha descubierto que su buena forma
física le permite vencer a su propietario: hacerse con el juguete
lanzado puede ser divertido, pero quedarse con él y no devolverlo
por mucho que se lo pida..bueno, eso sí es una experiencia
formidable.
No caiga
en la tentación de aceptar este comportamiento, porque corregirlo
mejorará sus relaciones con el perro. Conviene insistir para poder
disfrutar de largas horas de juego sano, con distintos juguetes.
Enseñarle
a Jugar
Es
relativamente fácil enseñar a un perro a jugar con juguetes.
-Elija
un juguete especialmente atractivo para un perro, como un muñeco de
trapo o de tela de saco.
-Déjelo
en el suelo o agítelo en el aire en frente del perro. Normalmente
éste se acercará de inmediato a olfatearlo.
-En
cuanto el perro toque el objeto, emita el signo de aprobación
elegido o haga sonar un clícker y ofrézcale una golosina.
-Repita
este ejercicio hasta que el perro toque el juguete con el morro para
obtener el signo de aprobación y el premio.
-Ahora,
espere. Cuando el perro descubra que tocarlo no sirve ya para obtener
la aprobación y la recompensa, probablemente pruebe a hacer algo más
explícito, como agarrarlo con la boca. Tenga paciencia. En cuanto lo
agarre con la boca, signo de aprobación y premio.
El
Cobrar los Juguetes para usted.
Tal vez
su perro sepa ya lo divertido que es perseguir y dar caza a los
juguetes, pero prefiere quedárselo para él solo en vez de
traérselos a usted. En ese caso puede recurrir a un truco de magia
infalible: el del juguete doble. En primer lugar debe comprar dos
juguetes idénticos que atraigan mucho a su perro.
-Lleve
los dos al jardín o al parque. Arroje uno y deje al perro jugar con
él durante un par de minutos. A continuación, llámelo. Si no
vuelve con el juguete, tome el otro y láncelo hacia arriba en el
aire repetidas veces haciendo mucho ruido pero sin prestar atención
al perro.
-Normalmente
los perros acuden de inmediato a ver qué pasa, dejando caer el otro
juguete. En cuanto llegue a donde usted está, emita su señal de
aprobación, y a continuación lance el segundo juguete. Recoja
entonces el primero y repita el ejercicio. Así siempre estará usted
en posesión de uno de los dos juguetes.
-Sea
cada vez más exigente con el perro antes de emitir la señal de
aprobación y lanzar el juguete que tiene usted en su poder. Puede
empezar por pedirle que deje caer el juguete en sus pies, o que lo
acerque a su mano sin soltarlo, como condición para tomar y lanzar
el segundo.
Su perro
no tardará mucho en cobrar los juguetes para usted y entregárselos
de buena gana.
Por: Erik Farina (Etólogo Canino)
www.psicolmascot.com
Contacto: psicolmascot@gmail.com
www.psicolmascot.com
Contacto: psicolmascot@gmail.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario