El
oído del perro es superior al del hombre, pueden oír cosas cuatro
veces mas lejos que nosotros y el doble de agudas, por eso los
humanos no oímos los silbatos para perros. También pueden oír el
zumbido de una bombilla e incluso el sonido vibrante del cristal de
cuarzo de un reloj digital de mesita o pared.
Pueden
detectar el sonido en seis centésimas de segundo y muchos de ellos,
utilizan los músculos de las orejas para canalizar el sonido. Por
esta razón, las órdenes que se le quiere enseñar, o en las clases
del adiestramiento, no se les tiene que levantar la voz o gritarles,
se les puede decir con una voz tenue y concisa.
¿Tienen
un Sexto Sentido?
Algunos
propietarios, aseguran que su perro posee un sexto sentido que le
permite hasta adivinar cuando llegan a casa. Aunque es cierto que hay
perros que comienzan a dar muestras de júbilo mucho antes de que sus
amos lleguen a casa andando o en el coche, no hay que atribuir esta
conducta a la telepatía, sino más bien entender que los perros son
capaces de captar el sonido diferenciado de sus pasos y variedad de
calzado, memorizar los motores de los coches, motos, de la familia y
del autobús que le deja a metros de su casa o a un kilómetro.
Entonces en cuanto percibe ese sonido grabado en su mente e
identificado a cada uno de la casa, corre a la puerta excitado a
esperarle para recibirlo.
El
Funcionamiento del Oído
Aunque
la forma de la oreja varía de una raza a otra, la anatomía y el
funcionamiento del oído medio e interno son siempre las mismas.
El
pabellón auricular está formado por cartílago, músculo y piel, y
en la mayoría de los perros goza de gran movilidad. Sirve para
captar los sonidos y canalizarlos a lo largo del conducto auditivo
hasta el tímpano, una membrana que vibra al ser alcanzada por las
ondas sonoras.
Al
otro lado del tímpano se encuentra el oído medio, cámara que aloja
unos huesecillos denominados martillo, yunque y estribo debido a su
forma y su función. Se trata de los huesos más pequeños de todo el
cuerpo, y su cometido es transmitir las vibraciones del tímpano al
oído interno, además de amplificarlas.
En
el oído interno, un órgano en forma de espiral denominado caracol
se encarga de transformar estas vibraciones en señales
interpretables por el cerebro, a donde son remitidas. También en el
oído interno se encuentran los órganos del equilibrio que , además
de cumplir dicha función, mantiene al perro permanentemente
informado sobre el alineamiento de su cabeza con respecto al suelo.
La
Forma de las Orejas
La
oreja ha sido la parte del cuerpo más modificada por medio de la
cría selectiva. En su estado natural, la forma de la oreja debería
ser idéntica a la del antepasado directo del perro: el Lobo. Las
orejas de un Lobo, rectas y extremadamente móviles para permitirle
detectar cualquier sonido del entorno, cuentan con 17 músculos cada
una y pueden moverse de forma independiente.
Actualmente,
hay tantas formas de orejas como de razas caninas. Algunos perros,
como el Pastor Alemán, conservan las orejas pequeñas y erectas del
Lobo, lo que les otorga ese aspecto tan vivo y alerta. Otras razas
como el Bloodhound y el Cocker Spaniel, poseen grandes orejas que
cuelgan pesadamente sobre las mejillas,probablemente no disfrutan de
un oído tan fino como los que las tienen erectas.
La
cría selectiva, una vez más, trajo consigo problemas de salud. Lo
normal es que en el conducto auditivo externo de un perro no crezca
el pelo. No obstante, las alteraciones genéticas provocadas en la
piel de la oreja han provocado que algunas razas críen pelo en el
interior de dicho conducto, siendo necesario eliminarlo por medio de
la depilación.
Etólogo
Canino: doctorleuka@gmail.com
Centro
Veterinario Leuka
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