El
Síndrome de Disfunción Cognitiva (SDC) es una enfermedad que
implica la degeneración y pérdida de las células nerviosas dentro
del cerebro en los animales domésticos más viejos, resultando en
unos cambios de comportamiento. Estos cambios no son el resultado de
cualquier otra condición médica, como un tumor cerebral, los
tiroides, una enfermedad hepática o renal.
El
cerebro está formado por más de 100 mil millones de células
nerviosas. Cada célula nerviosa se comunica con la célula nerviosa
adyacente para una liberación de una sustancia que estimula la
siguiente célula.
Se
piensa, que el inicio de este proceso degenerativo es debido a una
disfunción de las mitocondrias y la acumulación de las sustancias
tóxicas en el cerebro. (Las mitocondrias son las estructuras en
todas las células que proporcionan energía a las células. Las
células se mueren sin un suministro de energía suficiente.) La
razón por la que aprovecha las mitocondrias está aún bajo
investigación, y la respuesta puede conducir a un plan de
tratamiento extraordinario para el SDC de los pacientes.
Aunque
la edad es el mayor factor de riesgo para el desarrollo del SDC, no
es el único factor implicado. Con estos signos neurológicos
parecidos a la enfermedad del Alzheimer en los seres humanos, los
animales domésticos de tan sólo ocho años de edad pueden presentar
signos del SDC. En un estudio, el 28 por ciento de perros de 11 años
a 12 años de edad y el 68 por ciento de 15 años a 16 años de edad,
los perros tenían un signo menos en consonancia con el Síndrome de
Disfunción Cognitiva.
Este
problema crónico y progresivo tiene un impacto significativo en la
vida de los animales de edad avanzada y sus propietarios. Los cambios
que se producen en la conducta del perro o gato pueden ser muy
frustrantes para el dueño. La terapia médica pretende reducir el
impacto de estos problemas y retrasar el avance de la enfermedad.
Los
signos clínicos de la SDC en los animales domésticos pueden incluir
uno o más de los siguientes signos:
-
Alteraciones en el sueño; presentando insomnio y deambulación
nocturna.
-
Pérdida de los hábitos de micción y defecación; el perro orina y
defeca en casa; defeca u orina en la zona de descanso, sale a la
calle pero elimina al volver a casa.
-
Cambios en la memoria y el aprendizaje; tarda en reconocer a gente de
la familia, no responde a órdenes conocidas, es incapaz de aprender
tareas nuevas.
-
Confusión o desorientación; va hacia el lado equivocado de la
puerta, se pierde en lugares familiares.
-
Cambios en la conducta social; ha descuidado su conducta de higiene,
tiene problemas con la jerarquía social, tiene sobredependencia.
-
Cambios en su actividad; presenta mirada fija o perdida, muerde
objetos, deambula, presenta vocalización excesiva, su apetito se ha
alterado, está apático.
-
Ansiedad, irritabilidad; está más inquieto o agitado, se muestra
agresivo lo que podría ser el reflejo de una falta de la capacidad
de reconocimiento de los miembros de la familia.
Diagnóstico:
Lo
que primero hay que determinar es si los cambios de conducta
mencionados pertenecen al Síndrome de Disfunción Cognitiva o se
deben a otro problema médico. Habrá que realizar un chequeo
geriátrico que incluya analítica sanguínea completa y que descarte
la existencia de patologías clínicas que justifiquen estos cambios
de conducta.
Muchos
de estos problemas no llegan a las consultas veterinarias porque los
propietarios piensan que los cambios de conducta que tiene su animal
son normales considerando su edad. Cuanto más avance la enfermedad
menor respuesta obtendremos con el tratamiento llegando a agravarse
los síntomas y deteriorando la calidad de vida del animal.
Tratamiento:
Lamentablemente
no existe una cura para el SDC. Frecuentemente, voy a abordar este
síndrome con múltiples modalidades de tratamiento para tratar de
mejorar la calidad de la vida de la mascota. El tratamiento consiste
en medicación, una dieta especial y cambios en el entorno de
nuestros animales para adaptarlo a sus necesidades, como aumentar la
frecuencia de salidas en el caso del perro para evitar una
eliminación inadecuada (orinar en casa) o reubicar las cajas de
arena de los gatos para facilitarles el acceso. No debemos
castigarles ni exigirles la realización de conductas que antes
efectuaban con absoluta normalidad. Es importante mantener un
ambiente en casa tranquilo adecuado a la edad de los animales, ya que
la falta de comprensión por parte de los dueños puede generar
ansiedad que empeore su estado.
Por
favor, póngase en contacto con su veterinario si su mascota está
mostrando alguno de los signos clínicos anteriores de SDC. Los
signos clínicos presentes en SDC también pueden estar presentes en
otros procesos de la enfermedad. Es imprescindible que su veterinario
pueda realizar un examen, análisis de sangre, análisis de orina y
otras pruebas de diagnóstico físico completo (como radiografías o
resonancia magnética) para confirmar el diagnóstico. Aunque no
existe una cura para el presente Síndrome de Disfunción Cognitiva,
hable con su veterinario acerca de las opciones terapéuticas
disponibles para ayudar a su mascota olvidadiza, para que tenga una
vida feliz. Con la investigación continuada, con suerte, pronto
vamos a encontrar una cura para las mascotas con el Síndrome de
Disfunción Cognitiva.
Consúltenos
o pida una cita para su perro o gato si nota algún cambio:
Por:
Erik Farina (Etólogo Canino)
www.psicolmascot.com
Contacto: psicolmascot@gmail.com
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