Cuanto
más aprenda su perro y más experiencias acumule antes de la
adolescencia, le será mucho mejor. Ahora bien, los perros, como las
personas, necesitan estar motivados para aprender. Pocos humanos
irían al trabajar sólo a cambio de una palmadita en la espalda de
felicitación por parte del jefe.
Para
muchos perros, especialmente si se trata de un cachorro, la comida es
algo así como el salario que hace que merezca la pena trabajar. Una
porción de alimento puede servir de un gran premio, y también de
señuelo durante las primeras fases del adiestramiento.
Los
Signos de Aprobación
Los
propietarios no quieren depender eternamente de las golosinas para
lograr que el perro les obedezca, y para evitarlo se recurre al
refuerzo positivo condicionado, que consiste en una frase o gesto que
significa que su actuación ha sido la deseada y un premio le espera.
Este signo de aprobación va sustituyendo de forma gradual al premio
efectivo y finalmente acaba siendo contemplado por el perro como un
premio en sí mismo.
Los
signos de aprobación más usuales son palabras de una sola sílaba
(como “Bien” por ejemplo) o sonidos como un chasquido o un sonido
seco que se pronuncia o se emite justo antes de entregar al perro un
trozo de alimento o golosina. Hay que repetir la acción hasta que el
perro busque de inmediato el premio en cuanto lo oiga. Entonces usted
ya puede iniciar el adiestramiento.
Cómo
Hacerlo Venir
-Colóquese
frente a su perro y llámalo en tono cariñoso acompañando la
palabra “Ven” con su nombre precedido.
-Sostenga
una golosina con el brazo estirado y agítala lentamente mientras
retrocede. Si el perro no reacciona, dé una palmada o haga algún
otro sonido para llamar su atención.
-Si
el perro da un solo paso hacia usted, hágale oír el signo de
aprobación elegido, sea cual sea el que usted eligió, como un
“Bien” y a continuación entréguele su premio.
-Aumente
de forma gradual la distancia que el perro debe recorrer para recibir
su golosina. Practique llamándolo de improviso tanto dentro como
fuera de la casa.
Cómo
Enseñarle a Sentarse
-Sostenga
una golosina muy cerca del morro del perro. Ahora mueva la mano hacia
arriba y hacia atrás de forma que el perro tenga que mirar hacia
arriba para seguir viendo la golosina. Debido a su constitución
anatómica, los perros no pueden mirar hacia arriba sin agachar los
cuartos traseros. Si el perro levanta las patas delanteras
probablemente es porque la golosina está demasiado alta.
-En
cuanto los cuartos traseros del perro entren en contacto con el
suelo, emita el signo de aprobación y después entréguele su
premio.
-Cuando
el perro ya se siente fácilmente, puede empezar a decir “Siéntate”
justo cuando sus cuartos traseros estén a punto de tocar el suelo.
Pida a su perro que se siente antes de darle cualquier cosa que
desee, como su comida, o salir fuera de casa, pronto aprenderá a
utilizar este gesto para decir “por favor” y “gracias”.
Cómo
Enseñarle a Tumbarse
-Coloque
la golosina más alta que su morro. Baje entonces la mano hasta el
suelo, justo entre sus patas delanteras. Cierre la mano ocultando la
golosina en el puño.
-Debe
tener mucha paciencia. Si el perro quiere alcanzar la golosina tendrá
que acercar la cabeza y el cuerpo al suelo. En cuanto lo toque con el
pecho, dé la señal de aprobación y entréguele la golosina. Si
tarda en comprender lo que está esperando del perro, puede arrastrar
la golosina o un juguete por debajo de una silla o mesa baja, para
que el perro se arrastre a su vez, persiguiéndola.
-Con
la práctica irá perfeccionando los resultados. No incluya la orden
“Tumbado” en el ejercicio hasta que el perro se tienda en el
suelo con facilidad y haga el estático.
La
Reducción Progresiva del Señuelo Alimenticio
Exija
cada vez más a su perro para otorgarle el premio, hágale permanecer
cada vez más tiempo sentado o tumbado antes de dar la señal de
aprobación y la golosina; también la distancia entre usted y el
perro, así como los motivos de distracción, cuando practique la
orden del “Ven”.
Cuando
ejecute con soltura estos tres ejercicios, empiece a premiarle sólo
cuando obedezca más deprisa, unas veces con la golosina y otras sólo
con halagos o un juguete. De este modo siempre estará esperando a
ver qué le ofrece cuando haga el trabajo bien hecho.
Los
Cachorros Mal Socializados
Actúe
de inmediato si ve que su cachorro se asusta o se muestra agresivo en
presencia de otros perros o de los seres humanos. Es fundamental que
conozca el mundo exterior antes de las 18 semanas de edad. Apúntese
a un buen curso de socialización para cachorros, o llame a un
profesional titulado en comportamiento canino (psicólogo canino). Si
deja pasar más tiempo, su perro podría manifestar trastornos de la
conducta en el futuro. Puede escribirnos si necesita asesoramiento, o
si desea puntarse a una clase gratuita para su cachorro:
doctorleuka@gmail.com
Etólogo
Canino: doctorleuka@gmail.com
Centro
Veterinario Leuka
Urgencias
Veterinaria 676 086 086
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