El cerebro del perro, como el de la
mayoría de los mamíferos, es capaz de pensar, aprender y recordar.
Mientras el cerebro controla el aprendizaje, las emociones y la
conducta, el cerebelo controla los músculos. El tronco cerebral está
conectado con el sistema nervioso periférico, que recorre todo el
cuerpo. Unas sustancias químicas, denominadas neurotransmisores, se
encargan de transferir información en el interior del cerebro. Estos
mensajeros químicos están regulados, y condicionados, por numerosos
factores, entre los cuales se incluye el estado hormonal del perro e
incluso la dieta.
Aprendizaje y Memoria
El cerebro del perro le permite
aprender de dos formas deferentes; la primera, mediante el denominado
“condicionamiento clásico”, se basa en la realización de las
asociaciones básicas; la segunda, denominada “condicionamiento
instrumental” u “operativo”, que consiste en asociar actos y
consecuencias.
De todo el trabajo realizado por el
fisiólogo ruso Pavlov (1839-1936), probablemente lo mas conocido sea
su estudio de los reflejos condicionados del perro. Pavlov descubrió
el condicionamiento de forma accidental mientras investigaba la
digestión. Necesitaba recoger muestras de saliva de sus perros de
laboratorio, y para estimular la salivación, se le ocurrió colocar
harina de carne en el interior de la boca del perro. Pronto descubrió
que el perro empezaba a insalivar nada más ver al investigador,
anticipándose al hecho de que éste venía a introducir harina de
carne en su boca.
Pavlov probó a asociar otros
estímulos, como el sonido de una campanilla y la carne, y comprobó
que el perro llegaba a insalivar al percibir dichos estímulos,
incluso con la ausencia de la carne. Cualquier propietario habrá
observado asociaciones como éstas, sobre todo cuando entra con su
perro en la cocina.
Tal vez sea aún más importante a este
respecto el trabajo del psicólogo B. F. Skinner (1904-1990), que
demostró de forma irrefutable la capacidad del perro para aprender a
modificar o adaptar su conducta de acuerdo a las experiencias pasadas
y a las consecuencias de sus acciones.
Gracias a este descubrimiento, hoy es
posible adiestrar a los perros mediante técnicas cada vez más
refinadas, que parten de la base de que el perro puede tomar
decisiones, utilizar su memoria para recordar hechos y reconocer
personas u objetos y comunicar sus intenciones, si bien no de forma
verbal como nosotros.
El Lenguaje de los Gestos
El lenguaje gestual del perro se
asemeja mucho al del lobo. No obtante, los rasgos faciales, las
dimensiones y forma del cuerpo y la longitud del pelo se han
modificado tanto en el perro que actualmente resulta mucho más
difícil reconocer los gestos lobunos.
Por regla general, cuando un perro está
relajado y tranquilo, cualquiera puede notarlo debido a su postura
relajada y a la expresión neutral de su rostro. Sus orejas estarán
en la posición normal de cada raza, su cola colgará, más bien
baja, y su cuerpo en general no parecerá ni agachado ni estirado.
Tal vez tenga los ojos entrecerrados, los músculos del cuello y el
morro se notarán relajados.
Un perro que se siente seguro de sí
mismo, si está tratando de ejercer algún tipo de autoridad o de
dominar a otro perro, ofreceré un aspecto muy diferente. Tratará de
parecer al otro lo más corpulento y fuerte posible, con las orejas
erectas, la cabeza y el cuello enderezados y el cuerpo en general
levemente arqueado y preparado para atacar.
La Cola
La cola de un perro expresa con
claridad su estado de ánimo y sus intenciones. Normalmente, si la
lleva alta, significa que se siente seguro, excitado o incluso
dominante, auque algunas razas llevan la cola alzada de forma
permanente.
En general, cuando mueven la cola es
para expresar alegría o excitación. No obstante, una cola
totalmente recta y vertical que se agita trazando movimientos cortos
y rápidos pueden indicar que el perro está mostrándose dominante,
y si la cola en movimiento está baja y se ondula de forma lenta y
cadenciosa, puede significar que el perro no está sintiéndose
seguro. Los propietarios de perros agresivos suelen observar que su
perro estaba meneando la cola cuando se produjo el ataque.
La cola refleja hasta tal punto las
emociones de un perro que cuando se amputa se está privando al perro
casi por completo de la capacidad de expresarse. La caudectomía no
debería practicarse jamás si no es por motivos de salud. Lo mejor
es poder estudiar y observar a tu perro para poder conocerlo y saber
su estado de ánimo y sus intenciones.
Los Mensajes Sonoros
Los perros modulan su voz para producir
sonidos muy diversos: lloriqueos de cachorro, ladridos profundos o
ladridos de amenaza, gruñidos o ronroneos de placer, gemidos de
impaciencia o alegría, gemidos y aullidos de dolor, ladridos agudos
o aullidos destinados a llamar la atención, etc..
Algunos perros entonan aullidos como
cantando, herencia de su antepasado el lobo. Cada lobo posee un
aullido personal e inconfundible. Los perros ladran más a menudo que
los lobos, y utilizan el ladrido en circustancias mucho más
diversas, dándoles diferentes significados.
Etólogo Canino: doctorleuka@gmail.com
Centro Veterinario Leuka
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