No cabe
duda de que si los perros han logrado introducirse hasta tal punto en
nuestras vidas y en nuestros corazones, es más que nada gracias a lo
inteligentes y rápidos que se muestran a la hora de aprender.
Aprenden tan deprisa, tanto las asociaciones simples como las
consecuencias de sus actos, les convierte en seres fáciles de
adiestrar, sociales y capaces de comunicarse con los humanos.
El
problema es que, como son tan inteligentes, algunos propietarios
acaban asumiendo que su perro es casi un ser humano y puede
comunicarse como las personas. No se engañe creyendo que su perro
entiende cada una de las palabras que usted dice. Que los perros sean
inteligentes no significa que hablen nuestro idioma. Si consiguen
entenderlo es sólo gracias a los gestos que lo acompañan, a la
entonación y a un puñado de palabras clave.
El
ojo que todo lo ve
Los
perros son excelentes observadores. Saben si estamos contentos,
tristes, furiosos o cansados al ver nuestras posturas y nuestra
expresión facial. Y aprenden rápidamente qué les proporciona
experiencias gratificantes y qué no. Les basta con oír cómo
introducimos la llave en la cerradura, o con ver el tipo de calzado
que nos ponemos cuando los sacamos a pasear, para volverse locos de
alegría. Y la mera visión del maletín que llevamos al trabajo o de
una maleta puede llegar a deprimirles.
Gracias
a su enorme capacidad de observación podemos enseñarlos a
comportarse como nosotros queremos. Llega un momento en que asocian
nuestros mensajes con una acción concreta por su parte. Pero el
lenguaje humano nunca deja de ser para ellos una lengua extranjera.
Solo con paciencia, práctica y una buena motivación por ambas
partes lograremos que la aprendan.
Si
usted quiere hacerse entender:
-Tenga
mucha paciencia. Piense en
cuántos años necesitaría usted mismo para llegar a dominar una
lengua extranjera. Un perro necesita tiempo y práctica para aprender
las consecuencias de las palabras de su propietario.
-Motive
a su perro. Los perros
necesitan estar motivados para aprender igual que nosotros.
-Valorar
al perro. Deje muy claro a
su perro que está orgulloso de él por lo que ha hecho, o bien que
desaprueba su conducta. Las reglas, si son claras, justas y
consecuentes, contribuyen a hacer que un perro se sienta seguro.
-Las
señales. Acompañe sus
órdenes de gestos corporales y faciales. Los perros suelen entender
mejor las señales visuales que las auditivas.
A veces
a los perros parece olvidárseles qué conducta es apropiada y cual
no, y necesitan que se les refresquen las órdenes, reforzar las
clases de adiestramiento. Pero pensando un poco, y con algo de
comprensión por su parte, esto tiene arreglo. Pregúntese por qué
su perro se está comportando de forma inapropiada e intente otra vez
enseñarle por medio del refuerzo positivo.
Si se
porta mal, no le premie: aprenderá que comportándose de determinada
manera obtiene recompensas y repetirá la acción que deseada para
volver a obtenerlas. Para muchos perros, el castigo más eficaz si se
desea evitar que repitan una conducta es ignorarlos o hacer que la
familia los ignore temporalmente.
Los
perros hacen cualquier cosa por llamar la atención, incluso cuando
esta atención, consiste en reñirles o un castigo. Y aprenden muy
deprisa cuando el castigo consiste simplemente en privarlos de la
felicitación y del premio.
Las
Expresiones o los Gestos
Al
adiestrarlos deben acompañarse los premios, o la degeneración de
éstos, con expresiones verbales o gestuales con el fin de que el
perro acabe asociando la expresión misma con la recompensa o el
castigo (es decir, la ausencia de la recompensa). Estas expresiones
de aprobación suelen ser verbales, auque no tiene por qué serlo
necesariamente.
Una vez
asociado un signo de desaprobación con la privación de la
recompensa, éste bastará por sí solo para interrumpir cualquier
actitud no deseada sin necesidad de castigar, reñir o pegar al
animal.
Los
Signos de desaprobación
Se puede
expresar desaprobación con la voz (diciendo “NO” por ejemplo)
haciendo sonar objetos (como instrumentos de percusión especiales) o
por señas (extendiendo una mano abierta con la palma hacia abajo, en
dirección al perro). Para lograr que el perro asocie este signo a la
negación de una recompensa, se puede:
-Buscar
un premio que guste mucho al perro (pequeñas porciones de
alimentos).
-Dar al
perro dos porciones y a continuación colocar la tercera en el suelo.
-Cuando
se disponga a comerla, debes decirle “NO”, o utilizar el signo de
desaprobación elegido y recoger la golosina de inmediato.
-Repetir
el proceso hasta que el perro retroceda y evite el alimento en cuanto
perciba esa señal. Suele hacer falta repetir el ejercicio seis
veces.
-Finalmente,
repetir todo el proceso desde el principio con otro premio, por
ejemplo sustituyendo la golosina por su juguete favorito o por una
salida al parque. De este modo se reforzará la asociación en la
mente del perro. Ahora ya puede utilizar esta expresión para
interrumpir cualquier conducta no deseada.
La
Motivación
Los
perros necesitan que se les enseñe qué actitud es correcta o
incorrecta, es decir, necesitan disciplina. Ahora bien, esta palabra
suele asociarse a la imagen del maestro riguroso y el padre severo, y
un perro debe obedecernos porque confía en nosotros y está
motivado; por tanto, deseoso de colaborar y nunca porque teme el
castigo.
Bajo
ningún pretexto se debe utilizar el castigo físico al adiestrarlo.
Sin embargo, los perros han
sufrido a lo largo de la historia castigos tan crueles e innecesarios
que solo una lealtad como la suya ha hecho posible que continúe
nuestra amistad. En realidad, ni siquiera existe justificación
alguna para gritarles, ya que incluso los gritos sobresaltan y
atemorizan en exceso a la mayoría de los perros.
Si desea
que su perro colabore, motívelo mediante recompensas y felicítelo
encarecidamente por sus éxitos. Nunca olvide que él es solamente un
perro y usted debe expresarse de forma que él le entienda.
Si tiene
dificultades para adiestrarlo, o empieza a observar algún trastorno
de la conducta en el perro, puede ponerse en contacto con nosotros y
solicitar asesoramiento en los problemas de conducta o en
adiestramiento canino a nuestro correo: doctorleuka@gmail.com
Etólogo Canino: doctorleuka@gmail.com
Centro Veterinario Leuka
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