A lo
largo de la historia, los perros han realizado muy diversos trabajos
para el hombre. Muchas razas incluidas en este grupo datan de los
tiempos en que los perros se utilizan como guardianes de los
asentamientos, animales de tiro o arma militar. Los molosos
(antepasados del Mastín) llevan muchos milenios al servicio del
hombre. Desde hace 10.000 años sus descendientes defienden nuestros
rebaños de los osos y los lobos. Por su parte, los perros de pastor
propiamente dichos son tan antiguos como la ganadería.
Los
Subgrupos
La
protección y conducción del ganado ovino y bovino ha producido
tantas razas caninas y tanta especialización en las tareas que el 1
de Enero de 1999, en el Reino Unido, se decidió clasificar a los
perros de pastor como un grupo independiente. Ya en 1983, el Kennel
Club Americano había declarado independiente el subgrupo de los
perros de pastor, que a su vez puede dividirse en muchas ramas como
veremos después de mencionar algunos ejemplos de perros de trabajo
no utilizados nunca en la protección del ganado o el pastoreo
propiamente dicho.
Los
Perros de Trabajo
Típico
ejemplo de perro de trabajo es el de tiro, como los Husky Siberiano y
los Alaska Malamute, que se utilizaban para arrastrar pesados
cargamentos en trineo en condiciones de extrema peligrosidad. Menos
típicos son los perros de pescador, como el Perro de Aguas
Portugués, por ejemplo, que se utilizaba para recuperar las redes
que los pescadores habían soltado al agua.
Otro
tipo famoso son los perros San Bernardo, que buscaban a los viajeros
perdidos entre la nieve y los reavivaba con el brandy que
transportaba en el barrilito que llevaba colgado de cuello. Otros
antiguos trabajos como la guarda y protección siguen acomodándose a
los perros hoy en día; el Dobermann Pinscher, excelente perro
guardián en el pasado, sigue desempeñando esas funciones con la
misma eficacia en la actualidad.
Los
Perros de Pastor
Las
razas de los perros de pastor podrían dividirse en varios subgrupos,
dependiendo de la tarea que tuviera que realizar (proteger o conducir
el ganado) y del tipo de ganado que tuvieran a su cargo (ovejas o
vacas), ya que ambos factores influyeron de forma decisiva en el
aspecto y el carácter de los perros.
Los
Boyeros, por ejemplo, conducían a las reses mordiendo en el calcañar
a cualquiera que se quedase rezagada, por lo que a menudo eran cortos
de patas, como el Corgi Galés, lo que les permitía esquivar mejor
las coces. También debían traer de vuelta cualquier res despistada,
y la iniciativa y autonomía necesarias para realizar estas tareas
han marcado su carácter. Otros Boyeros notables son el Lancashire
Heeler, el Boyero Australiano y el Vallhund Sueco.
Algunos
perros de pastor descienden de primitivos ovejeros procedentes del
norte o el este de Europa que originariamente trabajaron con renos.
Entre los ovejeros habría que distinguir dos grandes grupos: los
encargados de proteger a los rebaños de ladrones y fieras, y los
pastores propiamente dichos.
Los
primeros debían ser corpulentos y fuertes para enfrentarse a tan
feroces predadores. Como a menudo trabajaban en zonas montañosas y
agrestes, debían ser rústicos y poseer un pelaje a prueba de
inclemencias, ya que el clima era extremadamente duro en cualquier
época del año. Su autonomía con respecto al pastor los obligaba a
tener iniciativa y a cumplir su cometido por puro instinto.
Otro
rasgo importante de su carácter era la lealtad incondicional, ya que
de lo contrario el hambre podría inducirlos a devorar el mismo
ganado que estaban custodiando. Debían ser animales tan fiables que
el ganadero pudiese dejar los rebaños a su cargo con la seguridad de
que se dejarían morir de hambre antes de atacar a una de sus ovejas
o corderos.
A
diferencia de los perros protectores, los perros conductores o de
pastor propiamente dichos trabajaban en estrecha colaboración con su
amo, obedeciendo fielmente sus órdenes. A eso se debe que en la
actualidad se identifiquen tanto con los propietarios y sientan un
deseo natural de complacer. Por otra parte, debían ser menos rudos
de modales que los Boyeros, ya que las ovejas no son ni tan duras ni
tan fuertes como las vacas y un fuerte mordisco podía causarles
verdaderas lesiones.
Algunos
granjeros necesitaban perros de pastor que pudieran al mismo tiempo
proteger los rebaños y cruzaron sus ovejeros con guardianes de
ganado o Mastines para obtener pastores protectores. Muchas regiones
desarrollaron a través de la historia el tipo de pastor que mejor se
ajustaba a sus necesidades: Francia produjo, por ejemplo, el Pastor
de Brie; Bélgica los cuatro Pastores Belgas; Alemania, el Pastor
Alemán; Inglaterra, el Bobtail; Escocia, el Collie; las Islas
Shetland, el Sheltie, por citar sólo algunos ejemplos.
Los
Perros de Trabajo Como Mascota
Tanto
los perros de pastor como los de trabajo propiamente dichos son con
frecuencia corpulentos, fuertes y vigorosos, además de muy
inteligentes. Todas estas virtudes juntas llegan a ser un problema,
ya que realmente necesitan ejercitar sus músculos y su cerebro. Si
no se canaliza de otro modo su talento, un perro de pastor puede
acabar considerando a los ciclistas y las personas que corren en el
parque como cabezas de ganado descarriadas y actuar en consecuencia.
En
contrapartida, estos perros suelen identificarse plenamente con sus
amos y ser sumamente leales. Muchas razas, sobre todo de ovejeros,
descuellan de manera muy especial en los concursos de Agílity y
obediencia.
Los
perros de pastor y de trabajo también suelen tener el manto muy
espeso, ya que con frecuencia trabajaban a la intemperie sufriendo
toda clase de inclemencias, y su capa no da poco trabajo a sus
propietarios actuales. Si usted se horroriza al ver huellas de patas
por el suelo o pelos en la alfombra, tal vez no le convenga como
mascota un perro de ninguna de estás razas.
Etólogo
Canino: doctorleuka@gmail.com
Centro Veterinario Leuka
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