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23 noviembre, 2015

La Conducta Problemática del Perro

Mucha gente considera problemas de conducta actividades tan naturales en un perro como ladrar, escarbar, destrozar cosas con los dientes o incluso morder. El problema es que los propietarios no siempre saben en qué momentos, circunstancias y con qué intensidad esas conductas deben considerarse anormales.

Por tanto, la conducta de un perro es problemática sólo cuando sus propietarios la consideran así. Si por algún motivo le preocupa algo que hace su perro, actúe con rapidez. Pida al veterinario que le recomiende un especialista en conducta canina y vaya a la consulta cuanto antes. No obstante, hay reacciones tan antisociales, o incluso peligrosas, que exigen actuar en el mismo instante. El primer paso para resolver un problema es averiguar sus causas.

Las Estrategias Defensivas

Cuando un perro se siente amenazado, recurre a una de estas cuatro estrategias defensivas: la huida, la lucha, la inmovilidad total o la adulación, es decir, que puede salir corriendo en dirección contraria, adoptar una actitud agresiva, permanecer totalmente inmóvil con la esperanza de que el enemigo se marche o mostrar sumisión con el fin de aplacar su ira tendiéndose sobre el lomo o agarrando un juguete, por ejemplo. La estrategia elegida en cada caso depende de varios factores, como la raza del perro, sus experiencias previas y la situación concreta en que se produce el conflicto.

Estas estrategias defensivas se utilizan durante toda la vida. En general, los trastornos de la conducta se producen cuando el perro utiliza una de estas estrategias en exceso. El más serio trastorno de la conducta es la agresividad permanente, causada por un uso excesivo de la estrategia de lucha.

Fases de la Conducta Agresiva

Los perros normalmente sólo se comportan de forma agresiva cuando se sienten amenazados, y sólo atacan después de haber advertido hasta la saciedad que están dispuestos a hacerlo si es preciso. Esta advertencia suele ser si es preciso. Esta advertencia suele ser escalonada, es decir, el perro amenaza con gestos cada vez más explícitos, si ve que no ha logrado conjurar el peligro con el gesto anterior.

El Gruñido: Un gruñido es una advertencia. Cuando un perro se siente en peligro, lo primero que hace normalmente es permanecer totalmente inmóvil, aunque tal vez sólo por un segundo. Los humanos no suelen comprender esta advertencia y el perro, al ver que no retroceden, decide pasar al gruñido para hacerse entender mejor.

El Gruñir mostrando los dientes: Es el siguiente paso. Si gruñendo no ha logrado ahuyentar a quien le asusta, añade a las señales auditivas una señal visual. Generalmente, si está mostrándose agresivo por temor, sus orejas estarán apuntando hacia abajo y hacia atrás y las comisuras de los belfos estarán contraídas para dejar ver el mayor número de dientes posible.


La cola estará baja o incluso escondida entre las patas. Si el perro es, por el contrario, asertivo y se siente seguro de sí mismo, tal vez sus orejas estén apuntando hacia arriba y hacia delante, su cola alzada, y mostrará sólo los dientes frontales y arrugará el morro en vez de contraer las comisuras de los belfos para mostrarlos.

El Amago: Si el peligro persiste, el perro avanza hacia lo que le asusta dando dentelladas en el aire para mostrar lo que hará si no retrocede de inmediato. Normalmente, después de cada dentelleada retrocede de nuevo.

El Morder: Si ninguna de las anteriores estrategias dio resultado, es posible que el perro pase a atacar. La gravedad de su mordedura dependerá del número de advertencias realizadas, la raza y tipo del perro, las circunstancias en que se produjo el ataque y de si el perro había sido o no entrenado para no morder.

La Agresividad con los Humanos.

Un perro que se muestra agresivo con los seres humanos es peligroso. Si su perro gruñe amenazante, le enseña los dientes, le amaga o le muerde a usted o a cualquier otra persona, no faltan ningún motivo para alarmarse. Sobre todo si va a encontrarse con niños: en ese caso, intente ponerle el bozal o encerrarlo en su jaula o transportín o caseta portátil mientras busca ayuda de un profesional.

Si un perro le gruñe, está diciéndole claramente que desea verle retroceder por el motivo que sea. Aunque sea usted el humano, es el quien tiene los colmillos, así que deje de lado su amor propio y obedezca. Con demasiada frecuencia los propietarios piensan que ante todo deben salir airosos del conflicto y sólo consiguen que su perro los muerda. Si un perro se muestra agresivo, piense por qué lo hace. Tal vez algo le asuste. Si el suyo lo hace, pida consejo al veterinario o a un especialista en conducta canina de inmediato.

Agresivo con otros Perros

Los perros pueden mostrarse agresivos con sus congéneres de muchas maneras, algunas perfectamente normales. Por ejemplo, es muy natural que un perro adulto marque a un cachorro si éste intenta pasarse de la raya. De hecho, a su propietario le estará haciendo un favor (siempre que no sea una mordida con sangre). Y tampoco hay que alarmarse por las refriegas entre machos, destinadas a clarar la posición jerárquica de cada uno, si son ocasionales. Ahora bien, si se producen con excesiva frecuencia o son más violentas de lo debido, entonces es preciso pedir ayuda profesional a un experto en comportamiento canino.

Las Malas Costumbres

La Conducta Problemática

Ciertos problemas de conducta pueden solucionarse simplemente tratando de averiguar qué busca el perro al comportarse de esa manera y asegurándose de que deja de obtenerlo. Es el método opuesto al del castigo, que casi siempre resulta contraproducente.

El saltar sobre la gente. ¿Por qué salta su perro sobre la gente? Para él, se trata de un saludo amistoso. Sólo pretende acercarse más a su rostro.

La Prevención: Enseñe al cachorro a saludarle sentado o trayéndole un juguete. Nunca le preste la menor atención cuando salte sobre usted u otra persona, ya que eso es precisamente lo que busca.

Extinción: Pida a sus visitantes que den la espalda e ignore al perro adulto si lo hace. Préstele atención y mímelo sólo cuando tenga las cuatro patas en contacto con el suelo o esté sentado.

Rebuscar en la basura. ¿Por qué le atrae tanto la basura a su perro?

En el entorno natural, los cánidos se nutren en gran parte de cadáveres de animales o de los restos de caza abandonados por otros predadores. Se trata, pues, de un comportamiento instintivo.

La Prevención: Nunca deje comestibles por medio, sobre todo si no puede tener al perro vigilado. Bastará con que robe un solo bocado para que se sienta feliz y trate a toda costa de repetir la experiencia.

Extinción: Si su perro ya ha adquirido esta mala costumbre, enséñele a soltar lo que lleva en la boca cuando usted se lo pida.

Defendiendo su Comida: ¿Por qué vigila su comedero como si todos se la quisieran robar? El espíritu de la ley canina es la posesión: si él la tiene, entonces él tiene derecho a defender su posesión.

La Prevención: Acostumbre al cachorro desde muy joven a comer en su presencia, pero no le retire el comedero. Eche de cuando en cuando algún bocadito extra en su comedero para que vea que usted es quien le da comida, no alguien que pueda estar pensando en robársela.

Extinción: La solución depende del grado de agresividad que muestre el perro. Si basta con estar en pie cerca del comedero para que el perro gruña, evite al máximo acercarse y consulte a un experto en comportamiento canino. Si, en cambio, el perro se muestra receloso sólo si usted se acerca al recipiente, en vez de servirlo lleno puede ponerlo en el suelo vacío e ir echando el alimento a cucharadas, sin echar la siguiente hasta que no se haya acabado la anterior. Esto dejará bien claro que es usted quien proporciona el alimento y no alguien que se lo pueda robar, y el animal empezará a relajarse.

Tirar demasiado fuerte de la Correa: ¿Por qué pega esos tirones cuando va atado con la correa?

Puede ser que desee ir en cabeza para demostrar que es él quien manda (los jefes de manada encabezan las partidas de caza). Pero también puede ser, sencillamente, porque obtiene una recompensa: llega antes al parque o lugar de recreo, y en cuanto llega, usted lo suelta para descansar.

La Prevención: Desde el primer día, nunca deje al cachorro tensar la correa. Si lo hace, deténgase y no de un paso más hasta que él se detenga y la correa vuelva a estar floja, en forma de “U”, debes premiarlo al comenzar la marcha o dándole algo cada vez que no la tense.

Extinción: Si la costumbre está profundamente arraigada, harán falta tiempo y esfuerzo. ¿Tiene su perro claro que el jefe de la manada es usted?. Tal vez necesite un collar más adecuada durante el proceso del adiestramiento, para poder tenerlo bajo control.

Enloquecer con las visitas: ¿Por qué su perro se muestra tan excitado cuando llega una visita? Esta actitud le permite convertirse en el centro de atención.

La Prevención: Enseñe al cachorro a estar tranquilo y callado cuando lleguen las visitas. Dale un mordedor o juguete especial cuando no quiera prestarle atención, para que se entretenga. Invite al mayor número posible de personas a su casa cuando el perro es muy joven para que practique el perro es muy joven para que practique el saludo tranquilo.

Extinción: Practique el saludo tranquilo con personas que el perro ya conozca (incluso con los miembros de la familia) en la puerta. Enseñe al perro a sentarse bien alejado de la puerta abriéndola y cerrándola con cuidado si intenta atravesar la puerta, y premiarlo cuando permanezca en el lugar indicado.

Cuando vengan visitas de verdad, pídales que ignoren al perro, si puede, y ofrézcale un juguete o algo que le guste mucho morder para mantenerlo ocupado. Si en vez de entusiasmado o sobreexcitado se mostrase receloso o agresivo, pida ayuda a un especialista en conducta canina.

CUANDO HAY QUE PADIR AYUDA

Si se enseña a un perro a comportarse desde cachorro, se puede evitar muchas conductas indeseables en el futuro. No obstante, hasta los perros mejor adiestrados pueden desarrollar hábitos que hasta el más tolerante de los propietarios consideraría molestos o inapropiados. Pida consejo profesional en el veterinario, a un adiestrador profesional, o a un experto en problemas de conducta si tiene la impresión de que no siempre es capaz de controlar a su perro o si éste insiste en hacer algo que usted considera inaceptable.

Por: Erik Farina (Etólogo Canino)

www.psicolmascot.com

Contacto: psicolmascot@gmail.com