Una de
las cosas que más me sorprende de los propietarios de los perros que
adiestro, es como vienen sus perros. No lo digo por el
comportamiento, si no por como vienen de sucios, o mal cuidados, el
pelo enredado, con callos en los codos, acumulación de pelo muerto,
los de pelo largo y pelo corto. También observo a muchos perros en
los parques acatando las ordenes de su dueño o de algunos
adiestradores, orgullosos de si mismos luciéndose de como le obedece
su perro, pero sin embargo los tienen muy sucios, sin asear e incluso
mal de salud.
Dentro
del adiestramiento, el aseo es una parte necesaria de la rutina
diaria, y se ha de llevar acabo desde el momento en que se adquiere
un perro adulto o un cachorro. El entusiasmo no lo es todo; se ha de
usar la técnica de cepillar y peinar apropiada; se han de conocer
los instrumentos que se necesitan y se ha de estar al día con los
champús y demás preparaciones.
¿Por qué se ha de mantener el aseo diario?
Aparte
de que se mejora la belleza del perro, se quitan pelos viejos o
muertos y se disminuye la cantidad de los que caen al suelo, o en la
alfombra de casa. El aseo frecuente impide que las razas de pelo
largo tengan el pelo mate o enredado, y además, simplifica el
trabajo del que le corta y peina a los perros que como el Caniche,
necesitan frecuentes cortes.
Si se
cepilla y peina bien se quitan motas de suciedad y parásitos, y se
estimula la circulación de la sangre en la epidermis, lo que redunda
en que el pelo sea más flexible y sano. Se dice que el aseo mejora
el estado muscular del lomo y extremidades del perro, al igual que el
masaje beneficia a los seres humanos.
Más
aún, el aseo frecuente ayuda a que el amo se percate de algún
trastorno de la piel en su estado primario. Así el veterinario puede
hacer un diagnóstico cuando la enfermedad está al comienzo; de esta
forma el período de tratamiento es más breve y, como es lógico,
más barato. Es sorprendente la cantidad de perros que me llegan con
el pelo mate, enredado, con nudos, o con las uñas demasiado
crecidas, todo ello porque no se los ha aseado con frecuencia.
El
Material Para el Aseo
Compre
elementos especiales para este uso y no utilice peines y cepillos
para cabello humano. El material que escoja depende del tipo de pelo
del perro. En las peluquerías caninas o en las clínicas, o si va a
una exposición o evento canino, están dispuesto a orientarle sobre
el material que usan y tienen a la venta. También puede aconsejarle
el criador o la protectora donde adquirió el perro.
Hablando
en términos generales, el cepillo duro conviene a los perros de pelo
corto, Se ha de pasar el cepillo a lo largo del lomo del perro, en
pasadas largas y siempre siguiendo la dirección del pelo. Es
aconsejable seguir siempre la misma secuencia; por ejemplo, el lomo,
el vientre, el pecho y la cola. Se ha de tener cuidado al pasar el
cepillo por las zonas delicadas, como la cabeza y las zonas
genitales.
El
cepillado no es suficiente para los perros de pelo largo, porque no
se llega a las raíces. Además del cepillo de cerdas se ha de
utilizar otro de metal, o un peine de metal. No intente deshacer los
nudos si no tiene bastante experiencia; la falta de práctica puede
lacerar la piel del perro. Las peluquerías caninas y los
veterinarios sólo utilizan los peines para nudos en casos muy
difíciles y si el perro está tranquilo.
Hay que
asear sistemáticamente tanto a los perros de pelo corto como a los
de pelo largo. Utilice el peine para el dorso de las orejas, para las
hebras en la parte trasera de las patas, la cola, las axilas y
cualquier lugar donde el pelo pudiera enmarañarse.
Los
profesionales agregan al material de aseo un trozo de seda o de
terciopelo con que cepillan el pelo del perro una vez concluida su
labor. En los concursos se ve cómo los amos cepillan con el trapo a
sus perros justo antes de que entre en la arena.
Como
se Limpia al Perro
Muchos
amos ignoran con qué frecuencia han de bañar a los perro. El baño
regular con el champú que lava el pelo del perro se lleva consigo
los aceites y el impermeabilizante natural que le protege contra
reumatismos y resfriados. Hay no obstante, momentos en que es forzoso
bañar al perro; por ejemplo, si se ha revolcado en alguna sustancia
desagradable, como en los excrementos de algún animal.
Se puede
bañar cada cuatro o cinco semanas a los perros de pelo largo en
especial si han de concursar, para que pierdan un poco de olor a
perro. Pero si el pelo del animal empieza a parecer mate, el baño no
hace otra cosa que acelerar el proceso. De todas formas, la
frecuencia con que lo bañe depende del tamaño del perro, de la
cooperación que demuestre y del material y facilidades de que usted
disponga, para lavarlo y secarlo.
Se ha de
peinar al perro continuamente mientras se le seca, si es posible con
un secador potente, ya que la mayoría de los secadores domésticos
no son apropiados. Si el perro tiene parásitos externos o pulgas,
use un champú medicinal o insecticida. Recuerde que el riesgo de
infección es más alto en verano. Confíe en el veterinario para
escoger el champú.
Etólogo Canino: doctorleuka@gmail.com
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